¿Qué recetas con pimientos tengo a mi alcance para sorprender?

Por su versatilidad  y su capacidad de adaptación, los pimientos son uno de los elementos más socorridos de nuestra gastronomía tradicional. Funcionan tanto como elemento principal del plato como guarnición de la receta. En un primer plato, en un segundo o en un aperitivo. Pueden acompañar tanto a carnes como a pescados ¡Si pudieran prepararse dulces, los habría también en los postres!

En este artículo vamos a sugerir unas cuantas recetas con pimientos que poder preparar tanto para nuestro propio gusto como para contentar el paladar de nuestros invitados. Al igual que en otras entradas de recetas, se intentará que haya variedad pero siempre desde la accesibilidad ¡Comenzamos!

Recetas con pimientos

Pimientos rellenos de queso y tomate

Ingredientes: Pimiento rojo, taquitos de queso feta, tomates cherry, aceite de oliva virgen, albahaca y sal.

Elaboración: Hacemos un corte a lo largo en los pimientos rojos partiéndolos en dos y los limpiamos completamente de semillas. Partimos los tomates cherry y cortamos el queso feta en pequeños dados en caso de no tenerlo ya de esa forma. En un pequeño recipiente aparte, machacamos las hojas de albahaca junto con un dado de queso y le echamos por encima un par de cucharadas grandes de aceite de oliva.

Repartimos el queso y los tomates troceados entre ambas partes del pimiento rojo y una vez bien colocados los irrigamos con la mezcla que hemos preparado en el recipiente. Colocamos los pimientos en el horno y horneamos por media hora. Al sacarlos, estarán preparados para ser servidos en cuanto los coronemos con una pizca de sal.

Gazpacho de pimiento

Ingredientes: Pimiento verde, pimiento rojo, tomates, cebolla dulce, ajo, pepino, pan, comino, perejil, vinagre de manzana, aceite y sal.

Elaboración: Cortamos los pimientos y les quitamos las semillas. Seguidamente, pelamos el ajo, el pepino y la cebolla y lavamos los tomates, tras lo cual cortamos todos los ingredientes en trozos pequeños y medianos. Cogemos un bol e introducimos en él los trozos de tomate y los de pepino, seguidos por la mitad de los trozos de pimiento y añadimos un ajo y media cebolla dulce. Removemos un poco y cuando esté todo mezclado, le añadimos el pan.

A continuación vertemos sobre los alimentos tres cucharadas de vinagre y dos cucharadas de aceite. Seguimos removiendo hasta obtener una mezcla espesa, sobre la cual iremos añadiendo agua y volviendo a remover hasta que el plato obtenga una textura cremosa. Tras esto, echamos sal al gusto.

Para rematar el plato, batimos aparte un diente de ajo, el perejil, el aceite de oliva y el comino. Cuando la mezcla sea homogénea, la echamos en el bol y lo coronamos todo con los trozos de pimiento restantes.

Patatas con pimientos y piñones

Ingredientes: Pimientos de piquillo, patatas, piñones, puerro, lechuga, mantequilla, aceite de oliva virgen, orégano, pimienta y sal.

Elaboración: Comenzamos pelando y picando el puerro. Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas muy finas. Echamos un pequeño chorrito de aceite en una sartén y sofreímos el puerro en ella. Al poco de empezar, colocamos las láminas de patata encima, tapamos y lo ponemos a fuego mínimo durante algo más de un cuarto de hora. Cuando este plazo de tiempo vaya por la mitad, añadimos a la sartén la pimienta, el orégano y la sal. Cuando la cocción esté prácticamente completa, añadimos los piñones y dejamos que se tuesten ligeramente.

Ponemos el horno a doscientos diez grados. Lavamos los pimientos y tras ponerlos en una fuente con papel de aluminio los metemos en el horno. Cuando estén tiernos los sacamos y los tapamos por un rato para que luego sea más fácil pelarlos. Cuando lo hayamos hecho, recogemos el jugo que se habrá producido en una sartén, en la que incluiremos el aceite y el ajo en láminas. Templamos rápidamente y añadimos los pimientos, que saltearemos por cinco minutos con sal y luego dejaremos enfriar.

Ponemos los pimientos en moldes individuales engrasados con la mantequilla y los rellenamos con las patatas haciendo fuerza con la ayuda de un tenedor. Metemos esto en el horno y lo calentamos durante ocho minutos a doscientos grados. Cuando los saquemos, los colocamos sobre un plato y tras colocar su guarnición con hojas de lechuga estará todo listo para servir.

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