¿Por qué acostumbramos a echarle una aceituna al vermut?

El vermut es una bebida que entronca mucho con la tradición y las sanas costumbres. Es un combinado que se asocia con un momento de relax, con socializar con amigos y vecinos, con mañanas tranquilas y agradables. En definitiva, con buenos y memorables momentos que festejar con el mejor de los sabores.

Tanta tradición hay en esta bebida y su consumo que la cosa no se trata de beberla por beberla, sino de hacerlo apropiadamente, respetando las costumbres del vermut. Y una de las costumbres más extendidas a la hora de consumir vermut es echando dentro del vaso una aceituna u oliva.

Pero ¿Por qué se hace esto? ¿Tiene alguna utilidad concreta que beneficie al vermut o sólo se está perpetuando una tradición? Indaguemos un poco en los orígenes y funciones de esta curiosa costumbre y averigüemos por qué se le echa una aceituna al vermut.

¿Por qué echamos una aceituna al vermut?

La costumbre de echar una aceituna en el vermut no es algo que venga de ahora. Ni siquiera el propio vermut se puede considerar una bebida moderna, pues su origen histórico se remonta al año 1786 en Italia, llegando más tarde a España a través de la marca Yzaguirre. Por lo tanto, aunque esta deliciosa bebida siga en auge y en pleno vigor estaríamos hablando de más de doscientos años de tradición en lo que a tomar vermut se refiere.

Las aceitunas que se ponen en el vermut son por lo general deshuesadas y muy frescas, dado que también es costumbre atravesarlas con un palillo para evitar que se queden atascadas en el fondo o que nos las traguemos accidentalmente cuando demos un gran trago al vermut y estas suban flotando libremente hacia nuestra garganta. Ayuda mucho no sólo que estén frescas, sino que también hayan pasado un rato en la nevera antes de aplicarlas, pues si no pueden contribuir a añadir calor al vermut desde dentro y estropearlo.

Existen varios motivos por los que se añade una aceituna al vermut. Uno de ellos es la decoración visual. Esto sería una maniobra de marketing que nació en las publicidades ilustradas. Así como los cócteles tropicales tienen sus sombrillitas, añadiéndole esta sencilla decoración al vermut de una aceituna con un palillo atravesado se conseguiría transmitir la sensación de que estamos ante una bebida sofisticada, una bebida compleja; y por ende una bebida para gente interesante. Mitos del cine como las primeras películas de James Bond ayudaron a reforzar esta imagen social de los cócteles y combinados.

Pero si bien es cierto que la costumbre de poner una aceituna en el vermut se pudo utilizar para este fin, existe un motivos mucho más profundo que justifica esta costumbre. El motivo principal es bastante utilitarista. Y es que una aceituna dentro del vermut aporta un toque de sazón que condimenta su sabor. La aceituna dentro de la bebida diluye su aceite y sus sales naturales en esta, aportándole un toque picantón y salado a un combinado que suele ser esencialmente meloso. Es una forma de nivelar un poco el sabor y evitar que se vaya demasiado hacia lo dulce. Es por esto que también, dependiendo del consumidor, se pueden llegar a poner dos o hasta tres aceitunas en el palillo del vermut.

Esta cuestión hace que sea importante escoger que aceituna vamos a poner en nuestro vermut, pues dependiendo de si escogemos una más o menos aceitosa, una con más o menos sal, influiremos en mayor o menor medida en el sabor del vermut. Expertos en la materia acostumbran a recomendar la aceituna gordal, pero para gustos los colores.

¿Es aconsejable añadir una aceituna a nuestro vermut?

Pues como ya hemos podido ver, poner una aceituna en el vermut es una costumbre que se hace por motivos decorativos y para sazonar su sabor. Se trata de una mera cuestión de gustos. Si nos satura el sabor dulce en exceso es bueno incluir una aceituna o dos en el vermut para inclinar un poco su sabor hacia lo salado, pero si por otra parte nos encanta lo dulce no hay motivo para cambiarlo. Aunque siempre nos veremos más sofisticados removiendo nuestro vermut en su copa con el palillo de la aceituna, de lo que se trata es de disfrutar del sabor, y para esto hay quien prefiere la aceituna aparte en un platito. Y gracias a Dios que también tenemos esa libertad de opción.

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