¿Qué consejos nos vendrá bien tener en cuenta para transportar encurtidos?

Sin duda hacen una estampa preciosa en las estanterías de nuestra despensa o nuestra cocina. Pero muchos de nuestros frascos de encurtidos no tienen porque pasar toda su vida útil entre las paredes de nuestra casa. Ya sea porque queremos regalárselos a un amigo o familiar, porque queremos comercializar con ellos o porque nos estamos cambiando de domicilio. Quizás en alguna ocasión nos veamos obligados a transportar nuestros encurtidos.

Esta no es una tarea que se pueda hacer de cualquier forma. Si no tenemos cuidado a la hora de transportar nuestros encurtidos de alcachofas o aceitunas, lo más probable es que lleguemos a nuestro destino con un mejunje pringoso de cristales rotos, aceites y vegetales. Los frascos de encurtidos son muy delicados y transportarlos en masa puede ser un llamado al desastre. Por ello se hacen muy necesarios unos cuantos consejos sobre como transportar encurtidos con seguridad.

Consejos útiles para transportar encurtidos

Teniendo en cuenta que la mayoría de las personas guardan sus encurtidos en frascos de cristal estándar, la mayoría de los consejos girarán en torno a este formato de conserva de encurtidos. Realmente es la mejor opción si vamos a transportar encurtidos variados: Aceitunas, alcachofas, berenjenas, pimientos, pepinillos, alcaparras… Es mejor tenerlos en frascos separados antes que en un gran recipiente conjunto y así evitar que se mezclen sabores y fórmulas de encurtido.

Una de las mejores estrategias para transportar frascos de encurtido es hacerse con una caja con huecos compartimentados para bebidas, de esas que se usan para llevar botellines de cerveza o botellas de agua de cristal a los bares y cafeterías. Podemos acudir al establecimiento que tengamos más cerca y pedir si nos dan o nos prestan una. Si la conseguimos, tendremos la mejor herramienta posible para transportar con seguridad nuestros frascos de encurtidos. No en balde, este es el sistema que empresas de refrescos y cerveceras llevan décadas usando para mover su mercancía.

No obstante, como esas cajas fueron diseñadas para recipientes distintos a los frascos de encurtidos, tal vez no encajen a la perfección. Tal vez queden demasiado grandes o demasiado pequeños. Si quedan demasiado pequeños habrá que buscar otra caja, pero si quedan demasiado grandes hay algo que podemos hacer. Para asegurar los encurtidos, deberemos rellenar el hueco con trapos y paños de cocina. De esta forma, no sólo conseguimos que los frascos hagan tope y no se muevan durante el trayecto. También conseguimos amortiguar los bordes duros de los compartimentos de la caja. Esto hará que en caso de bamboleo durante el trayecto, los frascos de encurtidos tengan muchas menos posibilidades de romperse por el impacto.

Pero como nada en esta vida es seguro salvo unas cuantas cosas, es mejor cubrirse aún más las espaldas con el siguiente consejo: Evitar los caminos pedregosos. Y es que a pesar de las cajas compartimentadas y de la protección con los paños, un bache demasiado abrupto o un socavón inesperado pueden arruinar nuestros frascos de encurtidos. Por eso deberemos buscar siempre la ruta más segura y firme para llegar a nuestro destino. Pero a veces no podremos evitar los caminos irregulares, por ejemplo porque vamos al campo. Ahí siempre nos quedará un consejo de repuesto: Circular con la máxima precaución.

Y hablando de circulación, hay una pregunta que es clave responder bien para transportar exitosamente nuestros encurtidos: ¿Dónde llevo la caja durante el viaje? La respuesta automática sería el maletero, pues ahí es donde guardamos el equipaje de nuestro viaje. No obstante, la falta de agarre puede hacer que durante el trayecto la caja se mueva y por ende los frascos se dañen. Tras pensar en esto, la siguiente conclusión sería pensar en el asiento del copiloto. Pero no, el mejor sitio para llevar una caja de encurtidos es ponerla en uno de los asientos traseros. Aparte de que ahí podremos asegurarla con el cinturón de seguridad, en caso de la caja se vaya hacia delante tendremos el asiento delantero para amortiguar el impacto. Si llevásemos los encurtidos delante y se desplazasen estos chocarían contra el salpicadero, una superficie más dura.

En conclusión

Para transportar nuestros frascos de encurtidos sin incidentes, deberemos asegurarlos en una caja donde no sufran movimientos bruscos ni choquen unos con otros. También deberemos evitar circular por caminos en mal estado y con el firme irregular, y desde luego siempre a una velocidad moderada y atentos a los obstáculos. Por último, llevar la caja en un asiento trasero asegurada con el cinturón de seguridad y donde podamos vigilarla con el retrovisor.

Siguiendo fielmente todas estas pautas, el transporte de nuestros encurtidos será una misión cumplida con éxito.