¿Qué recetas fáciles y sencillas de encurtidos con zanahoria puedo realizar?

Que los encurtidos son un maravilloso recurso culinario capaz de rellenar huecos y revalorizar recetas es algo que todos tenemos más que claro. Como frutos naturales de la madre Tierra que son, es normal que los encurtidos encuentren un homólogo en ingredientes como las verduras. Hoy le toca su turno concretamente a las zanahorias, complemento sencillo pero también muy efectivo. Las zanahorias son capaces de adoptar un papel protagonista en recetas como las cremas de verduras. No obstante, también son una guarnición estupenda en guisos y similares. Así que con las siguientes recetas con encurtidos y zanahorias, la posibilidad de degustar sabores exquisitos llama a la puerta y a la boca del estómago más que nunca.

Recetas de encurtidos con zanahoria

Paté de zanahoria y aceitunas negras

Ingredientes: Aceitunas negras, zanahoria, cebolla, aceite de oliva, orégano, agua, sal.

Elaboración: Iniciamos lavando la zanahoria y la cebolla. Tras esto, cortamos la cebolla y la zanahoria en rodajas más bien finas. Cuando lo tengamos todo cortado, salteamos estas verduras en una sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando la cebolla comience a dorarse, es el momento de retirar las verduras del fuego.

A continuación, cogemos las aceitunas y nos aseguramos de que estén deshuesadas, deshuesándolas nosotros mismos si es necesario. Tras esto ponemos las verduras sofritas en una batidora junto con las aceitunas. Batimos hasta que se forme una masa espesa y uniforme. Podemos añadir un poco de agua a la mezcla si queda demasiado espesa para nuestro gusto. Una vez que la tengamos al punto, ponemos la mezcla en un plato hondo o cuenco. Rociamos sobre esta un chorrito de aceite de oliva y revolvemos para absorba bien el aceite. Tras hacer esto, sazonamos con una pizquita de sal y otra pizca abundante de orégano y el paté ya estará listo.

Alcachofas guisadas con guarnición de zanahorias

Ingredientes: Alcachofas, cebolleta, zanahorias, guisantes, ajo, harina, aceite de oliva, vino blanco, agua, sal.

Elaboración: Empezamos lavando las alcachofas y cortando cada una en cuatro trozos. Cuando las tengamos, apartamos y picamos finamente la cebolla. Troceamos también las zanahorias tras lavarlas y pelamos unos dientes de ajo. Seguidamente ponemos una olla a fuego lento con un poco de aceite de oliva en la base y pochamos en ella la cebolla picada, los trozos de zanahoria y el ajo. Cuando estén al punto añadimos una pizca de harina y removemos. Tras esto, añadimos a la olla los trozos de alcachofa. Para que se cocinen correctamente, añadimos agua a la mezcla y la regamos con un chorro de vino blanco. Sazonamos con sal y, si queremos, especias al gusto, y dejamos que todo se cueza por cincuenta minutos.

Llegados a este punto, echamos los guisantes en la olla y añadimos un poco más agua de ser necesario. Volvemos a remover y dejamos que todo siga cociéndose junto por diez minutos más. Llegado el momento, retiramos la olla del fuego y servimos el contenido en un plato. Añadimos una última pizca de sal y el guiso de alcachofas ya estará listo para degustar.

Rollitos de berenjena y zanahoria

Ingredientes: Berenjenas, zanahoria, cebolla, perejil, aceite de oliva, sal.

Elaboración: Empezamos lavando la zanahoria. Tras esto la pelamos y la rallamos no muy fino. A continuación cortamos también las cebollas en cuadraditos muy finos. Cogemos las berenjenas, las lavamos también y las cortamos en rodajas finas alargadas. Ponemos un poco de aceite de oliva en una sartén y freímos las tiras de berenjena. Cuando estén bastante hechas, las sacamos y secamos el exceso de aceite con papel de cocina.

Tras esto, ponemos en la sartén la zanahoria rallada y los cuadrados de cebolla y los sofreímos juntos a fuego lento por unos seis minutos. En este punto, sirviéndonos de una cuchara, cogemos la mezcla de cebolla y zanahoria y la extendemos cuidadosamente por las tiras de berenjena, sin que se salga por los lados. Sazonamos las tiras con un poquito de perejil. Una vez estén todas las enrollamos cuidadosamente, haciendo tan solo una muy pequeña presión para que los rollitos queden compactos. Cuando lo hayamos hecho, coronamos los rollitos con una pizca de sal y ya estarán listos para servir.

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