¿Qué curiosidades mundiales sobre los encurtidos vale la pena conocer?

El mundo de los encurtidos está lleno de curiosidades, sabiduría, tradición y elementos interesantes. Pero no sólo en España, ya que en todo el mundo se producen encurtidos. Tan vasta es esta producción, que en torno a ella se generan miles de anécdotas, curiosidades de carácter regional y datos interesantes al respecto. Los siguientes párrafos serán una selecta pero buena muestra de ello. Aquí va una selección de curiosidades mundiales sobre los encurtidos.

Curiosidades mundiales sobre los encurtidos

No podíamos empezar de otra forma que no fuese haciendo mención a nuestras queridas aceitunas. Aunque hay quien prefiere llamarlas olivas. Y aquí está lo curioso: Aunque se refieren exactamente al mismo encurtido, ambas palabras tienen un origen completamente diferente. Mientras que la palabra aceituna proviene del árabe antiguo, la palabra oliva proviene del latín. Es curioso cómo dos términos actuales que hacen referencia a lo mismo no podrían tener orígenes más opuestos.

Otra cosa curiosa es la relación de la comunidad judía con los encurtidos. Sus textos sagrados hablan de los encurtidos como alimentos permitidos e incluso resaltan la importancia de salar los alimentos para preservarlos. La cita exacta del Talmud reza: “Salar es como hervir y marinar es como cocina”. Por lo tanto, los textos religiosos judíos son de los primeros en hacer referencia a los encurtidos. Mucho antes incluso que los manuales de cocina romanos.

Tal es la importancia de los encurtidos en la historia de la cocina judía que tienen su propia especialidad: El pepino encurtido “kosher dill”. Se tratan de pepinos o pepinillos encurtidos en salmuera, es decir una mezcla de sal y agua. Pero además, se le añade a esta ajo y eneldo que da a los pepinos un toque único e inconfundible. Una variedad de encurtido cien por cien kosher que agranda aún más el registro de variedades de encurtidos.

Otro dato interesante es que los encurtidos son el alimento más recurrente en los antojos del embarazo. Por encima de lácteos, dulces, cárnicos o frutas. Estadísticamente hablando, varios análisis concluyen que cuando una mujer embarazada sufre un antojo es más probable que recurra a cualquier tipo de encurtido: Aceitunas, pepinillos, piparras, cebolletas… Cualquiera de estos pequeños alimentos sirve. Y es que el objetivo de un antojo es saciar una necesidad súbita de nutrientes. Y si en algo son ricos los encurtidos, es en nutrientes.

Volviendo a las aceitunas, otra curiosidad es que estas poseen los cuatro sabores básicos: Dulce, salado, ácido y amargo. Que a través de sus variedades regionales y estacionales podamos disfrutar de los cuatro sabores principales demuestran la versatilidad de estos encurtidos.

Ya que hablamos de encurtidos, hablemos también de substancias de encurtido. Hay una curiosidad sobre el vinagre muy llamativa: Es un ingrediente muy común en las pastillas y caramelos contra el mal aliento. Aunque pueda parecer contradictorio, este ingrediente cumple la función de combatir las bacterias y gérmenes de la boca causantes del mal aliento. Mientras el vinagre hace esto, obviamente sin notar sus sabor, otros ingredientes como el mentol se encargan de refrescar y aromatizar el aliento. La verdad es que tiene sentido si se analiza de este modo.

Y pasando a las berenjenas, estas poseen la curiosidad de que China fue el primer país en cultivarlas. Se calcula que esto sucedió entre los siglos VI y V antes de Cristo, e increíblemente a día de hoy China aún se mantiene en el primer puesto de países productores de berenjena. Esto por encima de países como India o Turquía.

Pero en cuanto a reconocimientos se refiere, pocos encurtidos superan a la alcachofa. A este encurtido, ni más ni menos que Pablo Neruda le dedicó un poema titulado “Oda a la alcachofa”. Y por si eso fuese poco, la actriz Marilyn Monroe fue nombrada reina de la alcachofa por el Festival de la Alcachofa de Castroville, California, en 1948. Parece que la alcachofa se mueve en muy altas esferas.

Conclusiones finales

Unos elementos de nuestra gastronomía tan longevos y variados como los encurtidos guardan más de una curiosidad y una historia detrás. Podrían escribirse millones de palabras, hablar durante horas y aún así sólo se habría rascado la superficie de las curiosidades que los encurtidos tienen para ofrecer.

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